Este libro continúa la búsqueda del autor por los fascinantes caminos de las relaciones entre distintas inquietudes vitales. La música, el amor, y el psicoanálisis se cruzan, se potencian, se alimentan recíprocamente, se esquivan y se arrojan en un mismo lecho, como si un juego de amantes múltiples se desarrollara ante nuestra mirada, como si un Liederzyklus se dibujara ante nuestra avidez musical.

Arnoldo Liberman ha intentado volcar en estas páginas su "grávido e inquietante pensamiento" (definición con la que Pedro Laín Entralgo ha subrayado la admiración por su obra), sus peripecias de buceador de honduras.

El autor subtitula este libro "Búsqueda de una certeza y fragmentos de una intimidad", porque de eso se trata: un mundo interno donde aquellas grietas como templos, aquella fascinación de la mentira, aquellas inquisiciones de la nostalgia, aquellos corazones abrumados y visitantes del crepúsculo -todos temas tratados en libros anteriores por Lieberman- sirven de pasaporte ideológico y emocional a este personaje ( a fin de cuentas quizá se llame Papageno) que a través de la erudición musical, la lectura comprometida, el análisis filosófico y el tránsito psicoanalítico se viste con el ropaje de la originalidad y el amor.